Esta video pertenece a una campaña de Amnistía Internacional hecha en Francia. Pero en general esta ONG lucha por "dar muerte" a la pena de muerte.
Amnistía Internacional tuvo noticia de al menos 714 ejecuciones durante el año 2009, produciéndose la inmensa mayoría en Irán, Irak, Arabia Saudí y Estados Unidos. Sin embargo, este total no incluye las miles de ejecuciones que presumiblemente se consumaron en China. Además, se calcula que 2001 personas fueron condenadas a muerte en 56 países. Estas cifras son estimaciones mínimas; las cifras reales son, sin duda, mucho más elevadas.
Si bien en 2009 hubo menos ejecuciones que en 2008, para Amnistía Internacional siguió siendo motivo de preocupación el uso cada vez más politizado de la pena de muerte, que se aplicó ampliamente contra opositores políticos o para influir en la opinión pública a fin de reforzar el liderazgo del gobierno en países como China, Irán y Sudán.
Por primera vez, Amnistía Internacional no dispone de cifras de ejecuciones y condenas a muerte en
China, donde se sigue aplicando tras un muro de secretismo. Las autoridades chinas, si bien afirman tener como objetivo reducir el uso de la pena de capital, continúan utilizando las ejecuciones para demostrar que las actividades consideradas dañinas para la estabilidad social se tratarán con mano dura. En 2009, esto se tradujo en una rápida y enérgica respuesta a los disturbios de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, la corrupción y el narcotráfico. Además, dos hombres fueron ejecutados en 2009 por participar en los disturbios de la Región Autónoma del Tíbet que se produjeron en el 2008. En estos casos, las ejecuciones reciben mayor cobertura de los medios de comunicación y a menudo se presentan como evidencia de los grandes esfuerzos realizados por el gobierno para resolver la criminalidad y, supuestamente, disuadir de la comisión de delitos.
En Irán, donde fueron ejecutadas como mínimo 388 personas, la pena de muerte siguió aplicándose en casos políticos, en los que la acusación suele ser “enemistad contra Dios”. En las ocho semanas posteriores a las elecciones presidenciales del 12 de junio, 112 personas fueron ejecutadas. Muchas de estas ejecuciones fueron de personas que habían sido declaradas culpables en procedimientos sin garantías, algunas tras haber realizado “confesiones” televisadas.
En 2009,
Arabia Saudí ejecutó a 102 personas y
Pakistán a 36. En todos estos casos, las cifras son estimaciones mínimas. En
Estados Unidos, donde la información sí es pública, se llevaron a cabo 37 ejecuciones en nueve Estados.
También en
Sudán la aplicación de la pena de muerte siguió marcada por deficiencias y arbitrariedades judiciales, y a menudo se basó en juicios sin garantías y en pruebas obtenidas bajo tortura, y se utilizó como medio para controlar la oposición política en el país.
Además, Irán es junto a
Arabia Saudí el único país en los que se ejecutaron a menores de edad, lo que constituye una flagrante violación del derecho internacional.
Entre los métodos de ejecución utilizados en 2009 figuran el ahorcamiento, por arma de fuego, la decapitación, la lapidación, la electrocución y la inyección letal.
Fuente: http://www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte/